María de Córdova Tejera – Día del Libro 2010

Un día en el colegio

Hola. Me llamo María y tengo  11 años. Si te preguntas por qué no he empezado por «Érase  una vez,  hace mucho tiempo, en un lugar muy lejano…  etc.» es porque me parecen unas niñatadas. Bueno, te voy a contar una historia que ocurrió un día en clase.

Mientras el profe explicaba la lección de conocimiento (pensarás «qué  aburrimiento»,  razón tienes ). Estábamos  todos aburridos menos el empollón  de la clase Pepe  (lo llamamos Pepe para diferenciarlo del otro José). Seguimos con la clase de conocimiento  hasta que oímos un ronquido ¿A que no adivinas quién era?  Era  Ulises, el niño que te hace la vida  imposible: que  si un día  una patada, que  si otro día una colleja , que si otro día  un empujón. Normal  que  el profe lo tenga entre ojo y ojo. Seguimos con la clase después  de que el profesor gritara como mínimo tres veces. Menos mal que después de los supuestos gritos, se acabó  la clase.

Salimos al recreo. Mi amiga Nancy y yo estábamos en el patio paseando cuando ella se cayó  al suelo porque un niño la empujó. Cuando llegamos a clase, el profesor le pregunto a Nancy:

– ¿Por qué  estas llorando?

Ella le contó todo al profesor. Cuando acabó de contarle la historia, el profesor salió muy deprisa de la clase y trajo al niño que le pegó a Nancy. El profesor le hace muchas preguntas (yo creo que no sabía si abrirle un expediente).

Seguimos con la clase de lengua, hasta que se oye hablar a Aurora  Febles, la llamamos Aurora Febles porque hay otra Aurora. El profesor se cabreó y le hizo una pregunta muy interesante:

– Aurora, ¿te desayunas con alpiste?

Todos nos echamos a reír y Aurora se sonrojó.

Seguimos con la clase  y de un momento a otro suena la sirena. El profesor nos pone en fila. Era un simulacro, eso me dijo David, el más disparatado  de la clase.  Al ser tan disparatado, se cayó por las escaleras. Menos mal que era un simulacro de mentira. En lo que yo hablaba con Brígida, el profesor se llevaba a David al centro de salud.

Seguimos con la profesora María (no soy yo, es la profesora de inglés). Llegamos al sitio acordado y el  jefe de estudios se encargó de nosotros. Llegamos a la clase y se hizo la una y media. Recogimos nuestras cosas y salimos.

Creo que te pensarás: «qué imaginación tienes». Pues no, es mi día a día.

María De Córdova Tejera

Nota del maestro: Los acontecimientos relatados están basados en la realidad, por lo que se ha optado por cambiar los nombres de los personajes para preservar su intimidad. 😉